jueves, 3 de junio de 2021

UN PATRIMONIO DE CRISTAL: DEFENDER LAS VIDRIERAS PARA PROTEGER LA HISTORIA

 


El Paseo del Parque de Málaga es uno de los emplazamientos más importantes de nuestra ciudad, no sólo por la riqueza botánica que contiene, sino también por los edificios que lo flanquean por el vial norte. Se trata de Ayuntamiento, el Banco de España y la Casa de Correos y Telégrafos -ahora Rectorado-, que dieron el popular nombre de "ABC" a este emblemático conjunto arquitectónico.

 No cabe duda de que, si entendemos el patrimonio histórico y cultural de una ciudad como aquellos bienes que se consideran valiosos para las personas o la sociedad y, por tanto, merecedores de su conservación y transmisión a las generaciones futuras, estos tres edificios son un claro ejemplo en Málaga. Y la conservación de este patrimonio no debe ceñirse sólo a los edificios en sí, sino a todos los componentes que a lo largo de los años los han ido completando y dotando de mayor relevancia histórica.

Así, la "Casona del Parque", un edificio inaugurado el 11 de abril de 1919, obra de los arquitectos Manuel Rivera Vera y Fernando Guerrero Strachan y declarado Bien de Interés Cultural en 2010, se encuentra hoy inmersa en una renovación (lógica) de su carpintería exterior, consistente en sustituir la ya centenario y deteriorada madera de pino por madera de iroko, mejor adaptada al entorno húmedo y salino de Málaga.

Esta renovación, adjudicada por 1.081.000 € a la empresa Seranco, S.A., puede ser entendida como necesaria, pero lo que en ningún caso puede admitirse es que suponga la coartada perfecta para acabar con uno de los detalles históricos más relevantes que tiene nuestro Ayuntamiento: el escudo de la II República que luce la cristalería de la entrada principal del edificio.

 La advertencia que se lanza desde estas líneas va más allá de poner en valor un periodo de nuestra historia que significó grandes avances sociales en materia de educación, con la creación de diez mil escuelas en el primer bienio, o en materia de derechos civiles, con la aprobación el 1 de abril de 1931 del derecho a voto de las mujeres o las importantísimas leyes de divorcio, matrimonio civil o la regularización del aborto. Esta advertencia apunta a la necesidad de proteger nuestro patrimonio histórico y cultural.

 Del mismo modo que preside la escalinata principal del Ayuntamiento una vidriera que simboliza la entrada triunfal de los Reyes Católicos en la ciudad el 9 de agosto de 1487, acompañada de otras cuatro que evocan otros momentos de nuestra historia —la llegada de los fenicios hace unos tres mil años y consiguiente fundación de Malaka, la constitución del Ayuntamiento con Garcí Fernández Manrique como primer alcalde en 1501, la Rebelión del Almirantado de 1516 y la llegada de Felipe IV en 1624—, el escudo de la Segunda República Española enriquece la simbología histórica del edificio y, por ende, nuestro patrimonio. Protejámoslo antes de que sea tarde y permitamos que las generaciones futuras puedan conocerlo y disfrutarlo.